Quienes asistimos el pasado 20 de octubre a la Exaltación Mariana de la Hermandad de La Coronación, en la parroquia de Santa María Magdalena de Los Molinos, tuvimos la satisfacción de comprobar in situ la madurez de una joven Hermandad. Ante todo hay que destacar que el acto estuvo perfectamente organizado, lo cual de por sí merece una felicitación. La Banda de Música Los Iris de Instinción puso la nota musical interprentando una selección de marchas procesiones, intercaladas entre las distintas intervenciones de la noche. El Hermano Mayor, José Antonio Sánchez Sánchez, tuvo una sentida intervención que arrancó con las palabras de la Virgen en el Magníficat. Sánchez aludió a la situación que atraviesa la Capilla de San Antonio tras las recientes lluvias que han causado desperfectos en las imágenes titulares y han agravado la ya de por sí precaria conservación del inmueble. Siguiendo el ejemplo del Santo Padre Juan Pablo II, que pidió perdón por todos los pecados cometidos por la Iglesia, pidió también perdón por todos los errores que la Cofradía y sus miembros han podido cometer desde su fundación e hizo una llamada al diálogo y al entendimiento. Palabras impresionantes, sin duda. Correspondió al Presidente de la Agrupación de Cofradías, José Antonio Sánchez Santander, presentar al exaltador. Y lo hizo con palabras de afecto y cariño, agradeciendo la labor que desarrolla como Secretario de la Agrupación y rememorando el final de los años setenta, cuando Rafael Aguilera fue uno de aquellos jóvenes ilusionados y valientes que dieron vida de nuevo a las hermandades de Almería, superando el período de postración que atravesaban. Rafael L. Aguilera Martínez ofreció ante los cofrades, feligreses y amigos allí congregados una magnífica pieza de oratoria cofrade, que comenzó cantando el conocido "Sálvame, Virgen María" y continuó recorriendo las catorce estaciones del Vía Crucis en pos de las sagradas imagenes de N.P.J. de la Humildad y Paciencia y Nª.Sª. de Gracia y Amparo. Aguilera Martínez, quien realizó un notable esfuerzo pues se encontraba aún convaleciente de una reciente intervención quirúgica, acabó su Exaltación emocionando a todos al reproducir la fórmula del Juramento de Silencio que cada Jueves Santo se pronuncia en el templo franciscano de San Agustín antes de la salida de la que es la Cofradía de sus amores.
viernes, 9 de noviembre de 2007
MAGNÍFICA EXALTACIÓN MARIANA DE RAFAEL L. AGUILERA EN LOS MOLINOS
Quienes asistimos el pasado 20 de octubre a la Exaltación Mariana de la Hermandad de La Coronación, en la parroquia de Santa María Magdalena de Los Molinos, tuvimos la satisfacción de comprobar in situ la madurez de una joven Hermandad. Ante todo hay que destacar que el acto estuvo perfectamente organizado, lo cual de por sí merece una felicitación. La Banda de Música Los Iris de Instinción puso la nota musical interprentando una selección de marchas procesiones, intercaladas entre las distintas intervenciones de la noche. El Hermano Mayor, José Antonio Sánchez Sánchez, tuvo una sentida intervención que arrancó con las palabras de la Virgen en el Magníficat. Sánchez aludió a la situación que atraviesa la Capilla de San Antonio tras las recientes lluvias que han causado desperfectos en las imágenes titulares y han agravado la ya de por sí precaria conservación del inmueble. Siguiendo el ejemplo del Santo Padre Juan Pablo II, que pidió perdón por todos los pecados cometidos por la Iglesia, pidió también perdón por todos los errores que la Cofradía y sus miembros han podido cometer desde su fundación e hizo una llamada al diálogo y al entendimiento. Palabras impresionantes, sin duda. Correspondió al Presidente de la Agrupación de Cofradías, José Antonio Sánchez Santander, presentar al exaltador. Y lo hizo con palabras de afecto y cariño, agradeciendo la labor que desarrolla como Secretario de la Agrupación y rememorando el final de los años setenta, cuando Rafael Aguilera fue uno de aquellos jóvenes ilusionados y valientes que dieron vida de nuevo a las hermandades de Almería, superando el período de postración que atravesaban. Rafael L. Aguilera Martínez ofreció ante los cofrades, feligreses y amigos allí congregados una magnífica pieza de oratoria cofrade, que comenzó cantando el conocido "Sálvame, Virgen María" y continuó recorriendo las catorce estaciones del Vía Crucis en pos de las sagradas imagenes de N.P.J. de la Humildad y Paciencia y Nª.Sª. de Gracia y Amparo. Aguilera Martínez, quien realizó un notable esfuerzo pues se encontraba aún convaleciente de una reciente intervención quirúgica, acabó su Exaltación emocionando a todos al reproducir la fórmula del Juramento de Silencio que cada Jueves Santo se pronuncia en el templo franciscano de San Agustín antes de la salida de la que es la Cofradía de sus amores.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario