Recuerdo del Traslado a Almonte de Nuestra Señora del Rocío. Fueron días intensos viviendo esta devoción tan andaluza. Gracias a todos los buenos rocieros que me han enseñado y han aportado a mi conocimiento de esta fiesta. Especialmente a Antonio Baños y María José, estupendos anfitriones. Antonio fue nuestro compañero y "guía" de excepción en la noche del traslado.
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